El Diario Remake pt 2

Aquél sueño que fue tan cómodo como nunca lo había tenido en mi vida de verdad que me sentó bien porque podía sentir toda esa energía fluir por mi cuerpo, de una manera que no la podría explicar, me ha pasado ´pocas veces y es bonito, poco a poco abría los ojos, normalmente en las mañanas veo un poco borroso hasta que mis ojos enfoquen bien los objetos a mi alrededor, decidí quedarme acostado en la cama un poco más, a fin de cuentas todavía quedaba tiempo de sobra, no hay necesidad de apurarme mucho, aún tenía puesta la estúpida pijama de mujer que usé anoche, solo para complacer a mis padres, no puedo creer todavía lo que me obligaron a haber en mi cumpleaños, ya habrá tiempo para hacerlos sentir culpables,

Mis manos bajaban lentamente mi cuerpo, la suave tela de la pijama es una delicia al tacto, tan fina, acoplándose tan bien en mi… ¿delicado cuerpo?, algo raro pasaba, creo que en ese instante mis ojos se abrieron como dos platos de cocina enormes, no creo poder describir esta sensación, estrepitosamente me senté en la cama, de repente un flequillo color castaño se interpuso frente a mis ojos, claro, debería ser por la estúpida peluca que también me hicieron usar pensé, pero es extraño, al jalarla sentí un poco de dolor en mi cuero cabelludo, como si este cabello realmente  fuese mío, no solo eso, mi piel, se podía percibir más delicada, hasta cierto punto muy blanca, mis manos toqueteando mi cuerpo se encontraron con dos montañas en mi pecho, suaves, delicadas, sobresalían mucho de mi pijama, decidí ver por el escote lo que hay debajo y me ha sorprendido, son pechos, bubis, tetas como le quieran decir, mis pezones son color crema, muy finos, no como los de otras chicas, estos realmente se ven lindos, no sé porque está pasando esto, me paré para seguir examinando mi cuerpo, mucho más delgado, de hombre ya lo era pero esto es ridículo, me siento tan frágil e indefenso, descubrí con horror que mi pensé se había marchado, en su lugar esta una vagina, depilada por cierto, sola sentí, no me daba curiosidad por verla.

Cada segundo que pasa es como un infierno, por mucho que pellizcara mi hombro yo no podía despertar de este sueño tan feo, vi un espejo y me acerque para ver como soy, mi nueva cara, no sabía que esperar de todo esto, caminé lentamente a mi objetivo y tome el mango de este espejo con mucho cuidado, con tanta adrenalina en mi corazón que lo hacía latir a mil por hora cerré los ojos, cuando sentí que el espejo estaba enfrente de mi cara poco a poco los pude abrir, mi sorpresa es mayúscula cuando me doy cuenta que soy bellísima, mi flequillo que me cubre la frente me hace ver como una chica hermosa, a eso le podemos sumar una nariz respingada, ojos marrones claros, pestañas largas y una ceja muy bien delineada, no tan gruesa ni delgada, mi cara es más alargada y fina que antes, sin dar crédito a lo que veía dirigí mis manos para poder contemplar si de verdad tanta belleza puede existir en una mujer, solo desearía que no fuese yo esa mujer.

En mi cuarto ahora solo podía apreciar un paisaje totalmente femenino de lo que alguna ves fue mi recamara, posters de artistas pop que no me gustan, maquillajes en el tocador, mi ropero lleno de ropa de todas clases, la alfombra rosa en el piso, en fin, totalmente irreconocible mi cuarto, una voz llamó a mis oídos la misma que he odiado toda mi vida

—Hija, apúrate ya, deja de estar perdiendo el tiempo, no porque haya sido tu cumpleaños puedes hacer lo que quieras…

—Claro mamá, disculpa… enseguida bajo—respondí todavía extrañado un poco por el tono de voz que sale ahora de mi boca, algo muy delicada y tierna.

            Decidí agarrar valor para enfrentar esta situación, poco a poco salí de la recamara, note que solo yo era lo que había cambiado en toda la historia, muchas cosas estaban igual que antes, cuando baje las escaleras vi la mesa donde estaban ya sentados mis dos hermanos además de mi padre, mi madre seguía sirviendo el desayuno, ya sentado en la mesa todos comían como si nada raro pasará, después de todo, yo era la única persona diferente aquí, acto seguido mi padre se me quedo viendo, lo cual me apeno demasiado porque ya de por si era rara esta situación, solo me dijo “Creo que te gusto mucho la pijama verdad”, solo asentí con la cabeza y seguí comiendo, me hablaron de todos los regalos que me dieron ayer, que eran casi los mismos que me dieron, una plática muy incómoda para mi, tenía que fingir una actitud femenina, pero como cualquier persona se podrá dar cuenta, yo no estoy hecho para eso.

            Pronto llego la hora de arreglarme para ir a la escuela, creo que la preparatoria a la que asisto es la misma, al menos eso me da un poco de alivio, de nueva cuenta corrí a mi cuarto para vestirme, mi uniforme ya estaba en la cama porque mi madre lo puso mientras desayunaba, una fala a cuadros, blusa de manga corta blanca, chaleco de vestir y moño de color rojo, ese era el vestuario de las chicas, no podía vestirme sin antes darme una buena ducha, después de todo no debo de oler mal, nuestro baño se encontraba al final del pasillo, me apresuré para ganarlo, pero mi hermano mayor ya estaba entrando, justo en ese momento sucedió algo que no hubiera pasado antes, me dejo pasar antes que el, sin duda por un momento dentro de mi cabeza pensé en que esto de ser mujer tiene muchas ventajas sobre los demás, ya en el cuarto de baño abrí la regadera, puse el agua caliente y ahora vendría lo más complicado y excitante de este día, desnudarme por primera vez.

            Deslice los tirantes de la pijama, mientras esta resbalaba por mi cuerpo una serie de sensaciones muy variadas pasaba por mi mente, desde vergüenza hasta excitación, finalmente me encontraba ahí mismo, desnudo, podía ver con más claridad lo delicado y delgado que mi cuerpo era, no traía sujetador pero mis senos estaban firmes, traía puestas unas bragas rosas, que al igual que la pijama resbalaron por mis piernas, finalmente pude ver mi vagina, depilada, sin pelo alguno, la brisa tibia del baño humedecía cada vez más mi cuerpo, entre bajo el chorro de agua caliente de la regadera, el agua al hacer contacto con mi piel inmediatamente pude sentir un placer indescriptible, enjabone cada parte de mi cuerpo, aplique champo en mi largo cabello, enjuague el jabón repasando desde la punta de mis pies todo el recorrido hasta mi cabeza, sin darme cuenta ya tenía un buen rato en el baño, cerré la llave, tome mi toalla y la enrollé en mi cabeza como pude, salí del baño apresuradamente para vestirme, algo difícil fue escoger el sujetador que usaría, en un cajón había demasiados, de todas clases, al final me decidí por uno sencillo de color blanco, el problema fue enorme ya que mis bubis no las lograba acomodar correctamente el sujetado, no tenía unas tan grandes pero me dieron problemas, las pantis fue lo más sencillo de poner, la falta , la blusa, finalmente estaba listo, toda la ropa en su lugar, realmente creo que me veo bien, en usar de unas calcetas utilice pantimedias que tuve que usar con mucha delicadeza para no estropearlas, todo se me estaba dificultando, alacié mi cabello que para mi buena suerte es muy lacio, solo coloqué un pequeño moño, de alguna manera pude hacer eso casi como si lo recordara mi cuerpo, no me puse maquillaje, realmente creo que me veo mejor bien sin él, además no quiero parecer payaso por mi nula destreza con las brochas y pinturas.

            Agarre mi mochila, con mucha velocidad salí de la casa, tengo que tomar un camión que me deja en la escuela, lo que odio es que normalmente va lleno y siempre me toca ir parado, lo dicho, el mendigo camión lleno, pasado como tres minutos a lo mucho un chico que estaba sentado casi enfrente de mi llamó mi atención, cediéndome su asiento, dude un poco porque es algo realmente nuevo, termine por aceptar ya que el recorrido es algo largo, le di las gracias mientras me sentaba.

            Cuando me baje del camión y camine a la escuela nuevamente estaba pensando en toda esta nueva situación tan rara para mí, mi cara iba hundida en el piso,  no quería saber nada de mí alrededor, deseaba estar a solas con mis sentimientos, alguien se estaba acercando a mi lado, era otro chico, alto, con cabello negro, un poco fornido y de piel blanca, debo decir que me parece algo atractivo, toco mi hombro suavemente y cuando voltee me dijo

—Tonta ¿Por qué me estas ignorando, te estoy siguiendo desde aya—no sabía que responder a eso, podría ser mi novio, o alguien que solo me esta acosando.

—Perdón, no te vi—respondí con vos tímida—escucha yo…

—Déjame hablar—interrumpió rápidamente mis palabras—solo quiero que sepas una cosa, y es que sin importar nada yo seré tu amigo

—Claro… solo dime algo ¿Tú eres mi amigo solamente?

—Si—respondió algo nervioso.

—Por mi esta bien—solté una sonrisa nerviosa, ahora solo tenia una pregunta más— ¿Yo tengo novio?—esta pregunta lo sacó un poco de onda, su expresión cambio totalmente

—Mmm… que yo sepa no—respondió con una mirada indiferente.

            Esto me alegraba mucho porque no tenía que besar a nadie ni herir a alguna persona, seguimos caminando porque al parecer vamos en el mismo salón, mantuvimos una charla muy casual hasta sentarnos en nuestros asientos, claro, el tomo uno que estaba atrás del mío, la escuela nunca fue un problema para mí, no me considero listo pero puedo sobrellevar esta situación, historia, matemáticas, biología, todas muy fáciles, solo podía  ver el reloj estático en el salón y contaba los minutos para regresar a mi casa, tengo que investigar muchas cosas.

            Finalmente  la campana sonó y eso significa que ya es hora de salir de la escuela y poder encerrarme en mi cuarto, sin embargo, antes de que pudiera salir el me detuvo, durante las clases mientras pasaban lista supe su nombre, Adrian toco mi hombro, muy amablemente se ofreció para acompañarme a mi casa, no sabía si estaba bien pero decidí arriesgarme, acepte y juntos caminamos a la parada del camión, creo que fue una decisión acertada porque a esa hora ya hay muchas personas que tienen aspectos muy sospechosos y el de alguna forma los alejaba, al menos llegaría a casa a salvo, platicamos todo el camino a mi casa, al parecer me conoce muy bien porque preguntaba cosas que vagamente podía recordar ya que no son experiencias que viví, pero eso no significa que tenga la capacidad de recordar todo, al llegar mi madre estaba en la puerta, creo que me estaba esperando, pude ver en su rostro un poco de preocupación pero al verme llegar con el quito esa cara y la cambió por una sonrisa, amablemente lo invito a pasar, en definitiva ya es alguien conocido por mi familia, subimos a mi cuarto, le dije que esperara en mi cuarto mientras yo me cambiaba el uniforme en el baño, no fue difícil, cogí lo más sencillo del closet, unos jeans no tan ajustados, una blusa de tirantes con un sweater que me queda algo grande, intente cambiarme lo más rápido posible.

            Al llegar a mi cuarto él estaba sentado en una silla junto a la ventana, creo que en ese momento se disponía a ver el cuadernillo que dejé en mi escritorio, el diario en el que escribí anoche lo horrible que me sentí, de pura suerte pude arrebatárselo de las manos antes de que siquiera pudiera dar una hojeada, le dije que no es correcto ver algo tan privado y lo guardé en un cajón , se miraba apenado porque inmediatamente pidió disculpas, hicimos la tarea de ese día, no le di mucha importancia a este acontecimiento, en la hora de la cena ambos comimos bien aunque él comió más porque ahora mi estomago es diminuto y muy rápidamente  me siento satisfecho, se lleva muy bien con mis hermanos, hasta con el pequeño que es un poco más conflictivo, justamente al terminar la comida recogío sus cosas para irse porque tiene que practicar no se que, no estaba poniéndole mucha atención, en fin, se acerco lentamente a mí y me dijo adiós con un beso en la mejilla, me puse muy nervioso, esta sensación de calor es tan extraña y desconocida, se lo que es besar a una chica pero no lo que se siente ser besado siendo una chica, simplemente  le dedique un gesto con la mano mientras desaparecía por la esquina de la calle.

—El te gusta, puedo verlo—dijo mi hermano, no le respondí, me molesto mucho su cometario, tomé mis llaves y yo también camine en la calle, recuerdo que hay una plaza muy cerca de aquí a donde voy cuando quiero sentirme mejor, con cada paso que daba me di cuenta de que atraigo mucho la atención, demasiados chicos volteaban a verme, lo cual me hace sentir muy incomodo, este día está lleno de incomodidades, mientras caminaba y veía todo a mi alrededor un chico se acerco demasiado, al parecer solo quería mi numero, me llamo lindura, algo que me  molesto demasiado, ignore su petición y de el enojo mi cara se puso de color rojo, creo que no es tan buena idea salir con este cuerpo, nadie me deja tranquilo.

            Regresando a mi casa pasó lo mismo, chicos viéndome el culo, las tetas, de una forma muy morbosa que me está haciendo comprender como se sienten muchas mujeres, ya en mi casa sentí un cansancio extremo, este cuerpo tampoco no aguanta mucha actividad, si solo fue una caminata corta, me doy pena, me dirigí a mi cuarto sin ánimos de hacer nada más, tomé la primer pijama que ví, una especie de babydoll negro, esta chica no tiene ropa común, parece que mi yo mujer es una puta, me dispongo a dormir y terminar con este día tan extraño. 

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Odio que al copiarlo se amontone todo, 4 horas de trabajo, 1 noche en vela y parte hoy, supone un reto enorme corregir mis errores, amigos, el otro día vi un fanfic de naruto donde en lugar de ser Naruto se llama Nurumi y sólo llega hasta el episodio 14, esta historia es del 2012 masomenos de cuando este blog empezaba, es increíble cuanto ha pasado el tiempo, me di cuenta de que yo con este proyecto estoy haciendo lo mismo, no me gustan las cosas incompletas y seguiré completando esta onda. 

(si alguien sabe si el fanfic si se terminó en otro sitio pueden pasarme el zelda :v, saludos)

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