Aqui esta la cuarta parte, devido a complicaciones le de tarde pero seguro este nuevo capitulo, agradesco a quienes comentan y a Escritor TG tu trabajo es genial amigo, sigue asi
Días de cambio IV
Aun con el
cuarto hecho una vil porquería por el desorden que ocasiono mi hermana, dormí y
al día siguiente me desperté y limpie todo el cuarto y para no pelear con mi
hermana no le reclame, sabia que hoy tenia algo hipotético con mi amigo, aun no
podía decidir que ponerme o a donde iríamos para que no nos reconocieran
juntos, ese día no nos reuniríamos los nerds, a si que seria libre el día
después de todo, baje a desayunar y todo era normal, mi padre con el periódico,
mi madre en la estufa y mi hermana comiendo cereal bajo en grasa.
-Hermana
necesito que me lleves- con una cara de asombro le conteste
-¿Ah?, y el
desorden que dejaste en mi cuanto ¿Que?-
-Era una
emergencia, vamos si no no me dejaran ir a comprar ropa nueva, es mas hasta te
compro un vestido nuevo-
Valla que
su desesperación ya era demasiada, acepte solo por que necesitaba un consejo de
alguien que siempre ha sido mujer y mi madre la sentencio con cumplir su
palabra sobre lo del vestido, cuando terminamos de desayunar me cambie, algo
sencillo, pero ella iva como de costumbre exagerada en su forma de vestir, solo
conduje hasta el centro comercial, durante el camino ella iva piropeando con
los chavos que pasaban junto a ella en motos
carros lujosos, aun no sabría como hacer para que aquel sujeto anduviera
con ella.
Cuando
entramos al centro comercial ella de inmediato me jalo a una boutique donde
havia ropa muy bonita pero sinceramente no sabia que carajos elegir, yo solo
veía como ella veia ropa, no era la primera vez, ya muchas antes la havia visto
de esa manera cuando me tocaba llevarla y traerla como si fuese su esclavo de
color (sin ofender),
Después de
media hora ella llego con vestido negro que se veía bien, no muy revelador para
mi y me pareció agradable, y de mala
gana lo compro para mi, ya tenia que ponerme, aun tenia que pensar a que lugar
iríamos, un punto a su favor es que mi amigo tiene coche, asi que podemos ir a
un lugar donde nunca nos hayan visto antes, además de que me cambiaria en su
casa, no quiero que nadie sospeche,
Cuando
llegamos yo fui a mi cuarto y en una mochila oculte el vestido, zapatos que
pienso yo hacían juego con el vestido y una vez en la mochila ls avise a todos
que llegaría un poco tarde, nada sospecho mi padre o mi madre, a mi hermana le
dio igual, tome un auto bus que me deja a una cuantas calle de su casa, todavía
havia luz, me tenia que dar prisa para que me diera tiempo de cambiar.
Llegue y
toque la puerta, hasta que su madre me abrio la puerta
-Hola,
jovencita ¿A quién busca usted?-
-Buenas
tardes, a su hijo-
-En ese
momento me miro con una cara demasiado rara pero me dejo pasar y me senté en el
sillón de su sala, al cabo de 5 minutos el bajo
-Pensé que
no vendrias-
.-Pues ya
vez, yo cumplo mis promesas, ahí algún lugar donde me pueda cambiar-
-Si claro,
.. por aya –
Me señal un
pequeño cuarto, cuando me dirigía hacia aya recordé que debía decirle a el
también como vestirse, para que tuviera un poco mas de estilo,
-MMM ¿Ya
sabes que ponerte?
-No, estaba
esperando a que tu me dijeses-
-Vamos a tu
cuarto, necesito ver si tienes algo elegante-
Cuando
entre a su cuarto era exactamente igual que como lo recordaba, me llevo a su
armario donde tenia toda su ropa, me sorprendí mucho por que tenia ropa muy
fina además de elegante fuera de lo que siempre usaba que lo hacia ver como un
estupido, pronto selecciones algo elegante y le dije que se lo pusiese rápido,
yo me dirigí a donde me podia cambiar, casi media hora me tarde en cambiar y
ponerme ese vestido, algo nuevo para mi,
mas o menos ya podía andar en tacones pero aun era difícil, el
maquillaje casi no era necesario, solo me puse algo de rimel y pintalabios,
cuando Salí el ya estaba listo y se veía bien.
-oye que
linda te sienta ese vestido- se ruborizo algo con ese cumplido y yo le asentí
con la cabeza y le respondí
-Hey, te
ves genial-
Los dos
salimos sigilosamente de su casa, no queríamos que nadie sospechase algo, nos dirigimos a su auto,
-Recuerda
siempre le tienes que abrir la puerta a la dama-
me
abrió la puerta y una vez dentro los
dos, salimos, me llevo aun restaurante y durante el camino evadimos demasiados
lugares donde nos pudiesen ver, y una ves muy lejos vimos un buen restaurante
donde entramos y nos dieron una mesa de inmediato, ambos parecíamos pareja,
mientras le decía cosas sobre siempre caminar junto a ella, acomodarle la
silla, mirarla fijamente y esas cosas, algunos chavos me comían con la mirada
aun con sus parejas sentados con ellas, le advertí de los peligros de hacer eso
con una novia cerca, comimos mientras le daba mas tips de lo que debía de hacer,
una ves terminamos se acerco un sujeto vendido rosas y el me compro un ramo,
fue tan asombroso eso, cuando salimos me hiso una pregunta muy extraña
-Oye, aun
no me has enseñado como besar-
-No te
hagas ilusiones, ya veré la forma de enseñarte-
solo le di
uno en la mejilla y le agradecí por la cena, fuera de un entrenamiento por así
decirlo fue una comida muy agradable, charlamos y nos reímos juntos, pasé a su
casa a cambiarme y regresar a mi casa, claro par que nadie se diese cuenta, me
cambie de nuevo y mas cómodamente tome un trasporte, ya era tarde y seguramente
me dirían algo, cuando llegue por suerte no me habían extrañado demasiado, solo
me dirigí a mi habitación para pensar sobre los futuros planes de la maquina,
aun tenia que averiguar como volverla a hacer, comprar piezas y esas cosas, aun
con todo eso debía lidiar con las peleas frecuentes con mi hermana, si cuando
era hombre eran pesas, ahora son el doble pero yo ya se como es ella, tengo que
buscar para de alguna manera sensibilizar y llegara ella, hacerme su amiga,
caerle bien, si no podría salir vivo de estas, mañana empezaría a ver la forma
en la cual podría hacerme su amiga de ello obtendría demasiados beneficios no
solo para mi, también para mis amigos
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